En los tratados de esgrima de Hans Talhoffer de principios del siglo XV vienen ilustraciones de este tipo de broqueles; octogonales, prominentes, puntiagudos en los vértices y en muchos casos con aditamentos punzantes que culminan el umbo o los flancos.
Como
en otras ocasiones he intentado hacer una reproducción funcional (no
histórica) que permita cinco siglos despues valorar y apreciar sus
cualidades en la esgrima.
La curvatura inversa entre los vértices frente al broquel tradicional, la proyección cóncava hacia delante, y los extremos superior e inferior en voluta,
nos hacen intuir una función de control de la hoja y de la punta del
adversario, buscando una esgrima mas refinada que la puramente
defensiva.
En
los asaltos es un broquel que además de lo que podemos esperar de uno
redondo permite mayor juego en los lances de contacto con la espada del
contrario.
Según la tipología propuesta por Herbert Schmidt se corresponde con un IIIc
A continuación unas fotos del proceso de fabricación. El peso final es de 1.010 grms.
